Jueves 04 Abril 2013
Fue un profesor de educación artística en la Universidad
Estatal de Pensilvania, que ayudó a definir y
desarrollar el campo de la educación artística en los Estados Unidos. Lowenfeld
se implicó más seriamente en la investigación científica, elaborando sus ideas
sobre los usos terapéuticos de las actividades creativas.
Desarrollo
de la capacidad creadora
Aprendemos
a través de nuestros sentidos, ellos son el contacto entre nosotros y el mundo
que nos rodea. El ver, sentir, oler, oír y saborear nos proporcionan los
estímulos suficientes como para ir labrando una visión de nuestro medio a
través de la experimentación, lo que ayuda a un correcto desarrollo mental.
El
arte, en los niños, es una revelación de como piensan y como ven el mundo, es
un proceso complejo a través del cual agrupan diversos elementos de su
experiencia para unificarlos y transformarlos en un todo nuevo que tenga
sentido. Un niño es un ser dinámico, de manera que a medida que crece, la forma
de expresión artística cambia. Un niño en la educación infantil puede que no
reconozca un dibujo suyo al día siguiente, sin embargo un alumno de
bachillerato observa su obra con una mirada muy crítica.
La
importancia del arte en los niños radica en el proceso de creación, no en la
obra acabada. Los adultos tendemos a relacionar el arte con la belleza y
la estética, y tenemos que aprender a valorar las obras de los más pequeños por
el nivel de expresividad e implicación del niño, que en la mayoría de los casos
poco tiene que ver con la belleza.
Ya que
nos hemos convertidos en observadores pasivos de nuestra cultura, tenemos que
fomentar en los niños la utilización de los sentidos como medio para el
desarrollo intelectual. En el sistema educativo actual, da la impresión de que
el objetivo es desarrollar actividades concretas para que se pueda comprobar
que han sido enseñadas en lugar de para ser utilizadas como medio de expresión.
Aprender no significa acumular conocimientos, implica también el entendimiento
de cómo utilizar dichos conocimientos.
A
través de la expresión artística podemos encontrar la expresión del
yo, podemos conocer la visión individual y subjetiva del mundo de otros, y
comunicar a otros la nuestra. Una meta fundamental de la educación artística
tiene que ser obtener satisfacción de la capacidad de crear con los medios
que uno tiene sin necesidad de conseguir una recompensa, la meta tiene que ser
la expresión en sí misma.
A través del estudio de los dibujos producidos por los niños podemos
conocer el desarrollo evolutivo de estos. La expresión artística es reflejo de
su desarrollo emocional, intelectual, físico, perceptivo, social, estético y
creativo.
Cuando
nos enfrentamos al arte como materia escolar, tenemos que se consciente de que
no estamos ante una asignatura como matemáticas o química, en la que la
temporalización de los contenidos es fundamental para avanzar. El educación
artística un mismo contenido sirve tanto para niños muy jóvenes como para
artistas profesionales, la diferencia se encontrará en la relación subjetiva
de entre el creador y el entorno. Una persona puede ser representada por
un niño de 5 años o por uno de 16, lo que cambiará será el lenguaje utilizado.
Al
estudiar las discrepancias que existen entre las representaciones realizadas
por individuos de diferentes edades podemos enumerar varias etapas. Sin embargo
es difícil decir donde empieza una y donde acaba otra, aunque la evolución en
el arte es continua, no todos los niños pasan de una etapa a otra en la misma
época.
Etapas:
Etapa del garabateo En esta etapa no hay
una auténtica motivación para representar objetos o personas sino simplemente una
motivación hacia el movimiento. Lowenfeld profundiza en esta etapa hablando de
hasta tres tipos diferentes de garabateos:
Etapa del garabateo
desordenado El niño comienza a garabatear en torno a los 18 meses. Estos
primeros dibujos no tienen sentido ni representan nada, y son desordenados,
porque el niño aún no tiene ningún control sobre sus movimientos. Cuando
dibuja, el niño hace movimientos burdos, y al dibujar mueve todo el brazo. Es
común que el niño ni siquiera atienda cuando dibuja. En este momento, el niño
aún no muestra ningún interés por el color.Etapa del garabateo controlado El niño se va dando cuenta de cómo sus movimientos afectan al papel y se siente atraído al comprobar cómo su movimiento afecta a su entorno. En este momento al niño ya le atraen los cambios de color cuando garabatea.
Etapa del garabateo con
nombre Esta etapa es similar a la que Georges- Henri llamaba etapa
del Realismo Fortuito. El niño observa los garabatos y les busca un
significado: “eso es una casa”, “ese es un niño”. Pero esta explicación es a
posteriori; el niño no intentaba dibujar eso y no hay concordancia de color
(por ejemplo, lo que ha dibujado con su lapicero rojo dice que es un árbol).
Etapa preesquemática El niño se siente tan
atraído hacia el dibujo que puede llegar a concentrarse en la tarea durante
media hora. El niño comienza a elaborar esquemas en sus dibujos. En este
momento por primera vez intenta reflejar algo. Aquello en lo que por primera
vez siente interés es en la figura humana, y la manera en lo que lo representa
es en los llamados “renacuajos”, que muchas veces son una cabeza de la que
surgen dos piernas largas. La importancia que le da a la cabeza viene de que el
niño lo relaciona con los principales sentidos, con la alimentación y con el
reconocimiento de la cara de los seres queridos. Al principio los rostros y los
dibujos tienen pocos elementos, y poco a poco los va aumentando de forma
progresiva. Esta es una característica típica de esta etapa, la adición de
elementos.
Etapa esquemática Los dibujos
representan el concepto del objeto para el niño. Aun así, algunos dibujos se
asemejan más que otros a la realidad. Esto dependerá de su experiencia
personal. Trata de representar el objeto tal cual es, incluidos los colores.Etapa del realismo Hacia los 9 años la representación esquemática y las líneas geométricas no bastarán para permitir que el niño se exprese; intenta ahora enriquecer su dibujo y adaptarlo a la realidad. El dibujo es más natural. Es la edad de la pandilla, una época en que sus pares (sus iguales) adquieren una gran importancia. Descubren su independencia social. Los chicos disfrutan con sus reuniones y códigos propios, en ese mundo lleno de emociones que los mayores no comprenden.
Etapa del pseudonaturalismo El producto final adquiere cada vez más importancia. El dibujo ya tiene una perspectiva espacial, y el dibujo del cuerpo adquiere un mayor significado, aumentando las características sexuales en el dibujo.
Etapa de la decisión El niño decide cuál
técnica desea perfeccionar y elige una, según el producto que desea obtener. Lo
dibujado demuestra sentimientos (impresionismo sensorial).
Alrededor de los 11 o 12
años se empieza a ver en las representaciones preocupación por cosas como la
proporción y la profundidad, a esta etapa la llamamos fase seudonaturalista. Hay cantidad de
autocrítica y los dibujos se esconden en cuadernos.
En
torno a los 14 años, los jóvenes se encuentran en un punto en el que pueden
desarrollar el interés real por el arte visual, es el momento de mejorar las cualidades
artísticas de forma consciente. El desarrollo natural no se prolonga más allá
de esta edad.
El arte y la creatividad han estado siempre profundamente ligados, tanto que se ha tendido a la confusión entre ambas. Sin embargo parece que las carencias más grandes de fomento de la creatividad se encuentran en los programas de las materias artísticas para primaria, donde se presenta un proyecto a continuación de otro tras el fundamento de que los alumnos necesitan saber utilizar los materiales antes de comenzar a crear con ellos. A través de este procedimiento se corre el peligro de que los niños formen una idea equivocada acerca del arte y piensen que no es más que una serie de pequeños proyectos o experimentaciones con materiales alejadas de la expresión y la creatividad. El profesor debe alejarse de esta manera de proceder, la meta del arte en la escuela no debe ser el desarrollo de la creatividad del profesor, sino la de los jóvenes.
Parece que para ser artista hay que ser creativo, pero no todos los artistas son necesariamente personas creativas, hay muchísimos trabajos vinculados al arte que no requieren más que destreza técnica. Y existen numerosos campos en los que la creatividad es importantísima no ligados al arte tales como la ciencia, la medicina, las matemáticas, la física, entre otras; por este motivo es tan trascendente el fomento de la creatividad y el pensamiento creativo en los colegios.
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